Pasos para poner una Inmobiliaria
1. Habilidades de ventas: un corredor de bienes raíces debe ser un experto en ventas, con la capacidad de persuadir a sus clientes a tomar decisiones acertadas respecto a cuándo y dónde comprar o vender acorde a las demandas del mercado.
2. Persistencia: Un broker es una persona persistente, trabajadora, incansable que dedica muchas horas en el día a encontrar al cliente adecuado. Está constantemente en comunicación con colegas de la profesión que le brindarán contactos y eventualmente serán sus colaboradores para asegurar mejores negocios.
3. Agilidad para enlazar contactos: Como el mismo nombre de la profesión lo sugiere, los corredores de bienes raíces están constantemente corriendo de un lado a otro, mostrando propiedades, informándose sobre posibles compradores, analizando a la competencia y obteniendo siempre los mejores beneficios para sus clientes. Su teléfono es su herramienta de trabajo y la agilidad es fundamental para el éxito de sus negocios.
4. Son Pacientes: Los asesores de ventas inmobiliarios no tienen un horario específico. Tampoco tienen días de descanso estipulados pues siempre están a la orden cuando el cliente los requiere o cuando el cliente tiene tiempo disponible. Su trabajo es altamente flexible y su espíritu de ganadores los hace ser pacientes y sigilosos lo suficiente para saber que tarde o temprano cerrarán el negocio. Tienen mucha fé en el trabajo que realizan y jamás se dan por vencidos.
5. Espíritu de Servicio. Los mejores corredores saben que en este negocio solo ganan aquellos que saben servir. La gente no está dispuesta a arriesgar su dinero en inversiones que no valgan la pena y depositarán su confianza solo en aquellos profesionales que sepan transmitir confianza y un espíritu de servicio en la labor que realizan.
6. Son Automotivados: Los Realtors exitosos saben que no siempre los negocios se logran o no siempre se cierran en las condiciones deseadas. A veces también se pierde y cuando se le ha dedicado mucho tiempo a atender a un cliente y brindarle toda la asesoría necesaria, esto puede ser un golpe bajo. Pero un buen corredor jamás se deja vencer por esta clase de situaciones cotidianas. Constantemente están leyendo libros, aprendiendo algo nuevo, superando obstáculos, mejorando sus técnicas y buscando nuevas oportunidades. Los grandes corredores saben que su grandeza viene de adentro.